Cierre del Santuario Ostok por violencia en Culiacán
Tras cuatro años de operaciones dedicadas a la protección de fauna exótica rescatada del tráfico ilegal y el maltrato, el Santuario Ostok anunció el cierre de sus instalaciones a causa del clima de violencia generado por disputas entre grupos del crimen organizado.
La creciente inseguridad en las inmediaciones del refugio, alimentada por el conflicto entre facciones del Cártel de Sinaloa, ha puesto en riesgo la vida del personal y de los más de 700 animales que habitan el santuario, entre ellos tigres, leones, elefantes, jaguares y primates.
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“Esta no es una retirada, es un acto de protección”, expresó Ernesto Zazueta, presidente del santuario y líder de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México. El traslado de los primeros 100 ejemplares comenzó esta semana hacia el Bioparque El Encanto, en Mazatlán, un espacio considerado más seguro para continuar su cuidado.
El cierre del santuario también expone una problemática creciente: la “narco moda”, una tendencia que promueve la tenencia de especies exóticas como símbolo de poder entre figuras del narcotráfico. Muchos de los animales rescatados provienen justamente de este entorno.
Sin garantías de seguridad ni condiciones básicas como suministro de alimentos y medicamentos, el santuario optó por preservar la vida de sus habitantes y reubicar su misión. El cierre de Ostok deja un llamado urgente a proteger no solo a los humanos, sino también a los seres vivos atrapados en entornos marcados por la violencia.
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