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Supercarnívoros del Pérmico

Antes de que los dinosaurios reinaran en la Tierra, existieron criaturas aún más extrañas y temibles: los supercarnívoros del Pérmico. Hace más de 250 millones de años, depredadores como el Anteosaurus y el Inostrancevia dominaban vastos paisajes desérticos en el supercontinente Pangea, mucho antes de que el famoso Tyrannosaurus rex surgiera.

Estos animales no eran dinosaurios, sino sinápsidos, antiguos parientes de los mamíferos. Con colmillos afilados, cráneos reforzados y mandíbulas capaces de abrirse a ángulos extremos, eran depredadores altamente eficaces. El Inostrancevia, por ejemplo, poseía dientes de sable con los que podía desgarrar carne con facilidad, mientras que el Anteosaurus combinaba fuerza bruta y velocidad, según estudios recientes de su oído interno, lo que sugiere una gran capacidad para cazar en movimiento.

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Durante el Pérmico, el planeta enfrentaba condiciones climáticas extremas. Amplias zonas eran desiertos calcinantes, donde los depredadores más grandes cazaban a reptiles herbívoros como los dicinodontes y los pareiasaurios. Estos ecosistemas, ricos en presas, favorecieron el surgimiento de depredadores de gran tamaño y habilidades refinadas.

Sin embargo, este mundo llegó a su fin con la extinción masiva del Pérmico-Triásico, la más grande de la historia de la Tierra, que eliminó cerca del 90 % de las especies vivas. A pesar de su desaparición, los supercarnívoros del Pérmico siguen fascinando por lo que revelan sobre la evolución de la vida mucho antes del dominio de los dinosaurios.