Churrería centenaria La Mañueta Pamplona
En pleno corazón de Pamplona, escondida entre las calles del casco viejo, La Mañueta conserva una tradición centenaria que emociona a locales y visitantes. Fundada en 1872, esta churrería familiar solo abre doce días al año, convirtiéndose en uno de los secretos más queridos de la ciudad.
Su actividad gira en torno a fechas muy puntuales: los últimos sábados de junio, del 7 al 14 de julio durante San Fermín, algunos domingos de octubre y el 13 de diciembre, fecha en la que celebran su aniversario. En 2025 cumplirán 153 años de historia.
El negocio está hoy en manos de Ana y Fermín, bisnietos del fundador, y en él participan más de quince miembros de la familia, junto con algunos colaboradores que combinan este oficio con sus propias profesiones. Aquí no hay maquinaria industrial: todo se hace de manera artesanal y con ingredientes básicos —agua, sal y harina— cocidos sobre fuego de leña de haya.
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La preparación es tan tradicional como la receta. La masa se trabaja a mano y se fríe en aceite de oliva virgen extra, logrando churros crujientes por fuera y tiernos por dentro. Todo se realiza “a ojo”, siguiendo la experiencia transmitida por generaciones.
Uno de los detalles más curiosos es la organización de las filas: quienes llegan antes reciben una bolsa que garantiza su turno. A las once de la mañana, termina la venta, sin excepciones.
Para muchos pamploneses, ir a La Mañueta es una tradición familiar que pasa de generación en generación. En cada aniversario, incluso salen a las calles los gigantes construidos por el abuelo de los actuales dueños y la banda municipal se detiene frente al local para rendir homenaje a este emblema local.
Más que una churrería, La Mañueta es un símbolo de identidad, memoria y sabor navarro.
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