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Salsa brava de Docamar

La salsa brava más famosa de Madrid, creada por el histórico bar Docamar, da el salto de las mesas del restaurante a los hogares. Desde 1963, esta salsa picante y ahumada ha sido el alma de sus icónicas patatas bravas, convirtiéndose en un referente de la gastronomía local. Ahora, su expansión llega a tiendas y mercados de la capital.

El secreto mejor guardado de Docamar sigue siendo la receta, conocida únicamente por tres personas de confianza dentro del equipo. Su preparación, completamente artesanal, mezcla ingredientes como cebolla, cayena, pimentón de la Vera, vinagre, tomate y maicena, logrando un sabor intenso y reconocible.

Para llevar esta joya culinaria a más rincones, los propietarios han asumido la gestión de una fábrica en el suroeste de Madrid, donde ya se producen más de 2.000 botellas al mes. Además del clásico envase de medio litro, planean lanzar un formato más pequeño, atendiendo a la creciente demanda.

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Virginia González, tecnóloga de alimentos y responsable de producción, lidera esta nueva etapa. Participa activamente en mercados locales, ofreciendo degustaciones y recogiendo las reacciones de los consumidores. El producto, que se comercializa a 9 euros la unidad, mantiene su esencia mientras amplía horizontes.

La salsa brava de Docamar no solo acompaña patatas. También es ideal para carnes, pescados, hamburguesas o arroces. Esta diversificación marca un nuevo capítulo para el negocio familiar, que ya envía pedidos a otras regiones de España e incluso al extranjero.

Con esta iniciativa, Docamar busca que su legado culinario forme parte de la despensa de muchos hogares, llevando la autenticidad y el sabor madrileño más allá de su emblemático local.